La silla…Un negro perro callejero ladra…A su lado, un carro…
No está solo, ladra a su amiga, ella mayor, o puede que no tanto…supongo que es la vida quien nos engaña en las edades. Como rutina se acerca a la orilla,- ¡debe de estar helada!-piensa…
Solo quiere lo que muchos aspiran a tener fuera de esta ciudad…Quizás sólo sentir el agua de la orilla fría mezclada con la granulada arena…
Es su momento, su mañana…es libre para soñar, pensar o simplemente estar allí… No tiene nada, solo unjovenamigo fiel y callejero, quizás el único que le queda cerca, y un carro del Hipersol repleto de recuerdos… Pero su amigo ladra, ladra…no entiende de brisas ni mareas, sólo quiere que no se aleje tanto… Es temprano, la ciudad aún despertando y ella hace rodar nuevamente su casa y prosigue su camino. La pierdo de vista, cambiamos las direcciones. No mucho tiempo… A penas media hora más tarde, a unos ciento de metros, la veo. Vuelve a bajar a la playa a rociar de agua de una fuente a su compañero.
Aún sigue levantándose la mañana y la ciudad sacude las sábanas del “levante” y en mis auriculares suena“ Estaba sola” de Berjia…
Y tú para de leerme la mente, maleducado. Te adelantas a todos los
momentos y lugares que pensé en la noche y quise llevarte al día siguiente. No
hace falta que me demuestres que me conoces tan bien, que sabes perfectamente
qué detalle tener o dónde ir para hacerme feliz…Ayer despertándome con flores,
hoy haciéndome sentir el cambio de brisa que trajo el atardecer en nuestro
bosque… Y es que por algo sigo a tu lado, por tus gestos sin palabras, por tu
mirada perdida en el infinito que me busca…Porque como ves, mantengo la promesa
de seguir junto a ti hasta en la muerte.
-No sé, murmura Manuela compungida. –A veces me despierto en
la noche y lo veo junto a mí, le hablo, me habla, nos reímos…Me gusta sentir
sus brazos rodeando mi cuerpo y abrigándolomientras me duermo y oigo cómo me dice cuanto me quiere al oído. Luego,
cuando todo queda en silencio, acaricia mi peloy se despide de mis sábanas con cuidado, sin hacer ruido… Sabe que nunca
me gustó que me despertasen… abre la puerta y se marcha.
Usted se empeña en decirme que son recuerdos, pero yo le
repito que se equivoca, porque cada noche nuestro amor se hace infinito.
Desde la habitación de su hermanita y asomado a la ventana, el jovenMahmud fija hoy su mirada en la vieja y
escombrada calle de la viejaNusairat .
Paredes desnudas levantadas un día para dar calor a su familia hoy aparecen
rasgadas con cicatrices sobre sus muros al igual que las jóvenes marca que ya
biografían su piel.
-¡Mahmud!, le llamó su padre desde la cocina.-Avisa a Riham, vamos a
comer. Seguidamente… un ruido en el cielo, un pausado silencio y una ciega
oscuridad...
Hoy, desde aquella habitación, con doce años y mientras aprieta su
kalashnikov recuerda cuando dejó de ser niño.
Uno de los recuerdos que me llegan en momentos como los de ahora, es el vivido en aquella playa desierta de roca caliza al noreste de Gozo: " La Ventana Azul" o " Azure Window" ,como suelen llamarla los autoctónos del lugar.
Tuvimos suerte o quizás ese día nos lo quiso desear así...La verdad es que, frente a la acumulación de viajeros excursionistas y buceadores que parecen modificar en ciertas estaciones del año aquel paisaje, todo parece indicar que, una vez más, supimos mentir al mundo, parar el reloj en la hora acertada o comprar todos los billetes de sólo ida para encontrarnos de nuevo casi solos, en aquella maravilla que únicamente la naturaleza es capaz de crear para recordar al ser humano que, por más que inventemos o nos creamos divinidades que en un momento dado dominen el planeta, ella es la sabia que nunca nos revelará su secreto para demostrar que tan solo somos una pieza más de su puzzle.
La Ventana Azul...
Foto: José M.Sieres
...No sigáis nuestros pasos, obedeciendo a un loco GPS, un mapa dibujado en una pantallita que, quizás contagiado de nuestras absurdas decisiones a la hora de elegir los caminos, se empeñó en que cruzásemos algunos barrios de paso prohíbidos en vehículos ( y menos, en uno alquilado el cual montaron al revés colocando el volante a su lado derecho) y descendiésemos por una carretera de doble sentido, adelantando a un hormiguero de jeeps circulando a paso de tortuga...
Foto: José M.Sieres
No lo hagáis nunca, porque lo único que conseguiréis haciéndolo es llegar hasta aquella inolvidable ventana que nos muestra el horizonte de los mundos. No hagais nunca lo que hicimos nosotros porque, sólo llegareis a aquel espacio tan personal, donde el ser humano ha de pararse frente al mar, admirar su descanso bravío y cerrar los ojos para que durante aquel silencio de voces sea el viento el que os hable,el que os escuche, el que os posea,,,
Y en ese instante seréis uno solo, y abrireis los ojos y os sentireis parte de aquel lugar salvajemente bello en aquel rinconcito del mundo y ..¿.Quién sabe si aquellas rocas que rodean su Mar Interior o Roca de Fungus , simplemente fueron viajeros que una vez decidieron formar parte de tal espectáculo para los sentidos...?
Foto: José M.Sieres
Y nada mejor que esta bella canción para rodear aquel maravilloso día. Como no..."Azul Sabina"....