La noche ha tomado con fuerte pulso el cambio de guardia sobre Sliema. Hoy es nuestra última noche y no queremos que termine con el sólo movimiento de las agujas de un reloj. Queremos parar el tiempo, nos lo hemos propuesto. Mientras volvemos en coche por la costa tras desembarcar en la terminal de Cirkewwa y visitar la isla de Gozo, Raquel trama lo que será el último asalto...
Tras dejar nuestro Opel de Rent a car repostado, y todo listo para entregarlo en la madrugada siguiente en el aeropuerto de Luqa, nos dirigimos andando hacia hotel donde nos ducharemos y prepararnos para la cena...
Raquel lo tiene todo pensado, y quiere sellar el viaje con un buen sabor de boca. Me propone ir a un pequeñito restaurante cerca de nuestro hospedaje en el que habíamos plantado nuestros ojos de casualidad la noche anterior.
Sabe que el lugar me gusta, es un local con tintes de pequeña taberna y aromas de vinos italianos que mezcla una rica cocina mediterránea...Son las 19:30. Somos los primeros clientes , aunque no tardará en llegar algunos más, hemos elegido una mesa en la planta de arriba, con vistas a unos metros de nuestra posición de toda la bahía.
Lo sentimos, lo vivimos...El tiempo se ha parado, la noche no cambiará sus colores en nuestro envidiado rato. Nos gusta las pequeñas sorpresas que ilusionan los momentos , así que cerramos las cartas y pedimos al camarero que elija por nosotros, que nos sorprenda,pronto subiría una botella de vino tinto que desprende aromas a cereza madura.
Ahora parece ser que es el dueño el que sube y se hace responsable de las anotaciones sobre nuestro menú, una vez más...damos carta blanca a sus gustos...Todo trasciende como debe trascender, todo tiene su espacio, su lugar,su momento...Es nuestra última noche, donde los sentidos deben apoderarse del tiempo donde reímos y recordamos,donde asentimos con nuestros gestos, que cada segundo que hemos pasado, se fue llenando de experiencias que enriquecieron nuestras almas.
La velada ha sido única como cada velada, irrepetible como cada momento ya vivido junto a ella...
Raquel...Una vez más has conseguido llenar de tan maravillosos recuerdos y experiencias mi vida y formar parte de toda ella.
Pd: Porque a veces lo último debe ser lo primero...
Tras dejar nuestro Opel de Rent a car repostado, y todo listo para entregarlo en la madrugada siguiente en el aeropuerto de Luqa, nos dirigimos andando hacia hotel donde nos ducharemos y prepararnos para la cena...
Bahía Spinola. Foto:José M. Sieres |
Sabe que el lugar me gusta, es un local con tintes de pequeña taberna y aromas de vinos italianos que mezcla una rica cocina mediterránea...Son las 19:30. Somos los primeros clientes , aunque no tardará en llegar algunos más, hemos elegido una mesa en la planta de arriba, con vistas a unos metros de nuestra posición de toda la bahía.
Lo sentimos, lo vivimos...El tiempo se ha parado, la noche no cambiará sus colores en nuestro envidiado rato. Nos gusta las pequeñas sorpresas que ilusionan los momentos , así que cerramos las cartas y pedimos al camarero que elija por nosotros, que nos sorprenda,pronto subiría una botella de vino tinto que desprende aromas a cereza madura.
Ahora parece ser que es el dueño el que sube y se hace responsable de las anotaciones sobre nuestro menú, una vez más...damos carta blanca a sus gustos...Todo trasciende como debe trascender, todo tiene su espacio, su lugar,su momento...Es nuestra última noche, donde los sentidos deben apoderarse del tiempo donde reímos y recordamos,donde asentimos con nuestros gestos, que cada segundo que hemos pasado, se fue llenando de experiencias que enriquecieron nuestras almas.
La velada ha sido única como cada velada, irrepetible como cada momento ya vivido junto a ella...
Raquel...Una vez más has conseguido llenar de tan maravillosos recuerdos y experiencias mi vida y formar parte de toda ella.
Pd: Porque a veces lo último debe ser lo primero...
Muy buena entrada Jose, la fotografia es preciosa y dan ganas de ir a ese restaurante. Afortunados sois de teneros el uno al otro.
ResponderEliminarUn abrazo para los dos.
Espero volver a ir...
ResponderEliminarUna pequeña corección...La velada no fue única, único eres tú. TQ.
ResponderEliminarMe encanta como escribes, la pasión con que lo haces. Aunque a veces al leer tu blog me da cierta tristeza por no poder visitar en el momento todos esos lugares que describes.
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