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| Foto: José M Sieres |
Me recuerdo, con el ruido de las chapas
que vendían aquellos carros en tus días de fiestas
simulando pequeños animales de jardines
que por allí nunca ví, aunque sí en otros lugares
de infancias vividas.
Te recuerdo viendo mi reflejo en los cristales
de escaparates de objetos con los que se fabricaban
miles de historias y aventuras donde mi personaje
crecía sin salir de aquellos locales.
Eran tus calles y lugares las que formaron
las percepciones que se establecieron en mi realidad...
Ahora, sigo manteniendo aquellos recuerdos
junto a los nuevos aparecidos,
son construidos con aires y lueces,
con palabras, gestos y detalles únicos
que anidaron y crecieron en sus esquinas...
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