Muchos pensarán que quizá el momento que elegimos no fuese el más idóneo por las lluvias y el mal clima, pero en fin, uno ya sabe que cuando salimos de España y subimos un poquito, es fácil que algun día te pille de esta forma, así que no influyó mucho y que tomar estas cosas: como nuevas experiencias de un viajero.
Amsterdan: La ciudad de los canales, de las casas flotantes, de las flores cubierta de colores...Una ciudad llena de vida...
Un lugar con esencias del pasado pero aromas de nuevos despertares.
Cabe destacar la calidez que anuncian sus casas al caer el frío de la tarde; despertando cuando uno mira a sus ventanas desnudas de telares, esa sensación de unión en el nido familiar al cobijo de una chimenea o una moderna calefacción.
Caminos de agua que unen calles,casas onduleantes que habitan en estas calles y aceras sobre las mismas con casas de ladrillo en un desorden estructural que hacen en todo su conjunto un paseo único para el que desea perderse por ellas sin necesidad de mirar un reloj.
Todo es tomarlo con ánimo y si hace mal tiempo...pues buena cara y buscar el refugio en una cafetería donde secarnos un poco mientras saboreamos un calentito chocolate y plenamos nustros próximos pasos.
Sí, se pasó todo el viaje imitando ruidos de animales por un micrófono y gastando inocentes bromas a todo viajero inconsciente que pagaba un billete y subía al circo...Gracias.
Sin duda si os gusta la historia, sentir sus recuerdos y la belleza de su pasado , dos sin dudas son los sitios que no deben quedarse atrás: El museo de Van Gogh y la casa de Ana Frank(abajo)
Museo Van Gogh |
Entrada a casa de Ana Frank |
Sobre ambos sitios que decir...En el museo de Van Gogh ,cualquier amante se su pintura se verá envuelto en un sueño dificil de semejar a otros, nada tiene que ver la fuerza de su obra con lo que simplemente aparece en libros o cuando estudiamos al autor, Aquel lugar se hace mágico y uno se siente atrapado por sus colores y por su alma, sin duda es una nueva promesa creada la de mi vuelta, un regreso sin prisas, sin relojes, con la única condición de sentarme frente a sus obras una vez más y terminar lo que empecé en este viaje.
En este lugar comprendí mejor que nunca que ciertas cosas no tienen precio aunque se reflejen en un simple trozo de tela...
Por otro lado he sido afortunado en visitar una mañana la Casa museo de Ana Frank: un silencio se hace en mis dedos a la hora de intentar transmitir lo que esa mañana sintió todo mi ser...¿ Cuántas veces imaginé en aquel diario, como debió sentirse Ana en esa casa, sus penas, sus alegrias, sus miedos...? Y ahora estaba allí recorriendo cada habitación , cada escondite donde pasaba horas de su infancia,ver sus recuerdos sus día a día percibir aquella infancia tan sorprendentemente troncada para tanta nada. Simplemente no se puede describir, se apoderó de mi el silencio y el brillo de los ojos...
Casa de Ana Frank |
Y aunque no es aconsejable realizar fotos, siempre puede salir alguna imagen para el recuerdo de la que se nos puede hacer todo tipo de chantajes,,,jejej, menos mal que uno ya está curado de todo,,,
Por eso aconsejo sabed como se entra...
Y luego pensad
que es inimaginable ...
... cómo se puede salirrrrrrrrrrr
El ambiente en sus calles está asegurado por el tumulto de visitante que viene y vá de una tienda a otra comprando regalos para la familia: antiguos, modernos, artesanales, de serie...
Un viaje sin duda aconsejable, un paseo por sus puentes,un viaje de libertad y desenfados...Espero veros en cualquier cafeteria del centro y cerveceria del Barrio Rojo,allí tendré mi vaso de cerveza vacía esperando rellenarla con la sonrisa y el humor de un amigo...
¡Ah! Ya se me olvidaba...No id sin una buena bici de paseo...
Y recordemos a la vuelta aquellas luces que reflejaban aquellas desnudas ventanas...
Deseando repetir visita a Amsterdam. Qué ciudad y que bien descrita...
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