Retales y descosidos

Viajera de medio un día


De sombra en día te haces
constante y seguidora de un paso sigiloso;
Y acompañas misterios mudos

de sueños deseosos;

que florecen en pequeño

momento de luz…

En aceras desprendidas
de viejos muros gastados
por un andar ya de largo cansado…



De sombras vives

y en las noches

como buena sombra

mueres.

Diluida en rincones perdidos ,

a falta de claridad.

Fría y húmeda;

Y dejando

el cuerpo desnudo

de su abrigo despojado.


Entre sábanas

-No sé, murmura Manuela compungida. –A veces me despierto en la noche y lo veo junto a mí, le hablo, me habla, nos reímos…Me gusta sentir sus brazos rodeando mi cuerpo y abrigándolo mientras me duermo y oigo cómo me dice cuanto me quiere al oído. Luego, cuando todo queda en silencio, acaricia mi pelo y se despide de mis sábanas con cuidado, sin hacer ruido… Sabe que nunca me gustó que me despertasen… abre la puerta y se marcha.

Usted se empeña en decirme que son recuerdos, pero yo le repito que se equivoca, porque cada noche nuestro amor se hace infinito.

 
¿ Dónde estaba Peter Pan?

Desde la habitación de su hermanita y asomado a la ventana, el joven  Mahmud fija hoy su mirada en la vieja y escombrada calle de la vieja  Nusairat . Paredes desnudas levantadas un día para dar calor a su familia hoy aparecen rasgadas con cicatrices sobre sus muros al igual que las jóvenes marca que ya biografían su piel.

-¡Mahmud!, le llamó su padre desde la cocina.-Avisa a Riham, vamos a comer.

Seguidamente… un ruido en el cielo, un pausado silencio y una ciega oscuridad...

Hoy, desde aquella habitación, con doce años y mientras aprieta su kalashnikov recuerda cuando dejó de ser niño.
 

Tres maneras y momentos en los que debo amarte

*En la mañana

He de amarte en la mañana,
aún con el rostro indefenso y traicionado
por libertinos sueños.

He de amarte en la mañana,
cuando los colores del día
comienzan a despertar
iluminando tus mejillas,
invitando a mis dedos a recorrer
su marcado camino.

He de acariciarte en la mañana,
aún dormida,cuando mis labios
casi inexistentes sobre tu piel
se dejan atrapar en la emboscada de tu cuello.
Decididos y despacio avanzan
los besos de aquellas primeras horas...
como tímidos de primeros enamorados...

He de continuar con esos besos, cortos, sabrosos...
He de amarte y besarte en la mañana...

Ahora, que mi rostro se une
al desorden de mis labios,
y decide morir invadiendo tu cuello
de corriente de aire fresco;
de abrigo de suspiros que
invocan un nuevo deseo...
Debo amarte en la mañana...

Y recordar tus sabores,
el tacto en tu imagen
de rostro dormido entre mis sábanas.

He de amarte y recordarte en la mañana
porque pronto despertarás...

* En la tarde

Tu piel, invadida de cálidos
tonos amarillos y anaranjados
se enfrentan a mi despierto silencio.

Derrotado estoy en la tarde,
vencido ante la calma
que contagias con tus gestos
de sabia femenina.

Y mientras afuera, en la ciudad,
un mundo se apaga al seguir
por sus helados caminos,
tras la ventana creamos infinito,
rompemos la línea del horizonte
donde luego caerá el sol.

Mi cuerpo,
junto al tono de tu piel
quedará cubierto de nuevas caricias;
de nuevas historias que narrarán
los dedos de tus manos cuando
se deslicen sobre mi espalda.

Y de nuevo tendré que amarte...

Tendré que amarte entre aquellos
cálidos colores con los que ahora
quedaste vestida...

Te amaré siguiendo con mis ojos cerrados
los surcos dejados por tus dedos.

Te cobijarás tras aquella ventana
que nos protegió del mundo,
con la luz que marcó
la dirección de tus labios.
Te amaré con la intensidad
que sugiere nuestro tiempo.
Momentos que se paran
cuando aquel sol,
patícipe de nuestro delirio,
abandona aquella delgada línea
que rompimos del horizonte
y abra las nuevas fronteras
de nuestro amor en la
oscuridad de la noche.

*En la noche

Ya.
Ya no hay más...
Ya no queda nada...

Del día nos sobran
las calles, la gente.
De la mañana, el inicio
de las primeras horas de sol.
Nuestro despertar prometedor
y el momento en el que fuimos los amantes.

Las caricias de la tarde...
Todas ellas esparcidas por tu cuerpo
tras la ventana, ya también quedan atrás.

Se hace de noche, oscurece...
Los presentes y futuros quedan
ahora en pasados.
Es momento de reinventarnos,
de improvisar nuevos juegos
de caricias prohibidas y miradas clandestinas
tras las dibujadas dunas de la sábana.

No existe nada más...

Un dormitorio, una sola luz ténue
de una mesilla de noche
y un gato curioso tras los cristales
que se verá obligado por esta noche
a cambiar sus planes.

Dos cuerpos desnudos: tuyo y mío;
unas manos que construirán el portal
de nuestros nuevos besos
y la renaciente y obsesiva idea de amarte.
De no buscar palabras para el momento,
de no buscar una explicación lógica
del por qué debemos hacerlo.

Todo transcurre como dictan nuestras normas,
las que no dependen de quien las mira
e intenta comprenderlas.

He de amarte ardientemente,
sencillamente y simplemente...

Y buscaré para ello la excusa
de las mañanas ,las tardes y todas las noches
si, con todo ello y para siempre...
consigo amarte.


 3
Cuando las calles son clandestinas
y sus nombres no despiertan ausencias.
Cuando andamos por barrios perdidos,
desconocidos para este simulacro de viajero;
es cuando mi ser, despojado de título y apodo ,
se recrea y encuentra en lo cotidiano,
aquellos sentimientos primarios que me obligan
Foto: José M Sieres
cada día, a renacer para buscar tu señal,
la sonrisa que se ríe de nosotros y,
de un futuro que se ancla en el presente
con un destino que se esconde tras el butacón
de la esquina de una descuidada habitación.


Es el momento exacto
en el que debes aparecer y apareces.
Reinventándome nuevos conceptos e ideas.
Creando nuevas imágenes que derrocarán a las viejas.
Es el momento que debiste aparecer y apareciste:
Acortando los tiempos, trucando viejos años
en breves y entrañables momentos
que mis pupilas y oídos, transformarán
en sentidos de nuevas historias en los
andares de mi vida.


Todo tiene un momento para nacer y ser;
todo tienen un momento que parar y disfrutarlo en ti.
Todo se hace único y entrañable,
susurros de risas a iguales.


Por eso, cada breve momento cercano
mi alma le hizo fiesta de agosto,
alegrías y juego de infancia.
Sueños frescos de una noche de verano.


Por eso mi recuerdo sobre ella
será un delicado aroma joven.
El tacto recordable de una carta
por el que mis dedos pasaran una y otra vez
una imagen feliz de la experiencia
que a su lado viví.


Un verso, palabra o frase con suspiro
de una bonita nostalgia…

2
Seguramente ella ya lo había decidido aquella mañana,
una decisión, un secreto con pagaré a corto plazo...
Cuando aquel teléfono sonó más de lo que debíó de sonar,
cuando el silencio de aquella llamada se hizo eternamente eterna...
cuando sólo al tercer intento lo contestó...
Sin una razón clara ,fue claro su tono de voz...
Falsamente cortante,con miedo a un razonamiento,
le quedó la promesa del reciente recuerdo:
una blusa magullada,un botón del pantalón arrancado
y una colcha en el suelo desdibujada.
No hubo ni salida ni entrada, ni puerta de doble visagra;
no hubo aviso de un desalojo, ni señales de alarma.
Sólo hubo una mañana,
una fría respuesta tras una impaciente llamada.

1
Sin conformarse en ser imágen

se convierte en toda una ideología presente.
Una nueva forma en que mi vida
se muestra en la mirada.
Una pausa,
paréntesis en el tiempo para recordar

Foto: José M.Sieres
minuciosamente y luego seguir prolongando
en cada palabra o verso,idéa,sueño o fantasía
vivivida en la realidad.
Sólo y todo eso marca un rostro.
Perfil de moneda romana que ajusticia bien y mal

dictando la suerte del vencido al aire con el
chasquido del dedo pulgar...
Así lo quise en mi destino.
Aquel que tracé a voluntad de mis sueños
próximos,loejanos y alcanzables,
pues si no,¿para que tenerlos?.
Así quiero que pasen mis días...
Con lugares donde reir,sentir y
huir de todo si hiciera falta,
encontrando nuevamente en la imágen
de su rostro mi refugio.